El Primer Ministro de Kenia ha mostrado su rechazo por la muerte de dos activistas que luchaban a favor de los Derechos Humanos. Lo peor de todo es que fueron los propios policías de Nairobi los que mataron a dos estudiantes que se estaban manifestando. Esta es una situación que no se debe tolerar más, ya que la que la propia policía mate a personas que se manifiestan, es indignante.

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En primer lugar, parece que a la policía no le parece bien que estudiantes se manifiesten en contra de las muertes y desapariciones de muchos jóvenes, que supuestamente la causa principal radique en al propia policía. Ciertamente da algo de miedo pensar que los policías keniatas puedan hacer este tipo de atrocidades, ya que se suponen que son los que velan por la seguridad.

Estos hechos siguen siguen tachando a Kenia como un país violento, donde no hay libertad de expresión, se cometen asesinatos con mucha frecuencia y nadie puede hacer nada por evitar todo esto.

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